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POESIA escrita por

ENRIQUE FREGOSO
​Uno 
y DOS​
Los migrantes somos
CAMINANTES
Nuestros pies,
a veces parecen vacilantes.
Pero también muchas veces
parecen firmes,
queriéndonos llevar por estos caminos,
que no son nuestros.
¿De quienes son
estos caminos?
¿De quien son,
los bosques
por donde pasamos,
las montañas
que subimos,
el agua de los riachuelos
que tomamos,
los pueblos que saludamos?
Porque, si no son nuestros,
¿son acaso
de los que nos ven pasar?,
¿de quienes nos dan su mano
para ayudarnos a seguir en el camino?
Ellos nos dicen que no,
que fueron sus caminos,
que fueron sus tierras,
las de aquí y las de allá,
mas allá del muro.
Pero ahora no, no son de ellos,
ni de nosotros,
porque nos las han quitado
aquí y allá en las tierras del sur.

Pero de un lado,
y del otro,
son tierras
que al vernos pasar,
parecen tener,
ojos de benevolencia.

Eran nuestras antiguas tierras
que ahora están en las manos
de los invasores.
De ellos son sus minas,
sus fabricas,
sus hoteles,
sus mansiones,
sus ciudades donde llegan
sus aviones,
donde pasean
sus carros de lujo.
Entonces,
¿de donde somos nosotros,
¿de donde son los que nos reciben?
¿de donde somos los que caminamos?
Ellos y nosotros,
somos de las tierras despojadas.
Por eso nos abrazan,
Los que nos ven pasar,
porque nuestras fuerzas unidas,
nos llevarán,
a ser dueños de nuevo,
de todas estas tierras
Despojadas.

Quetzalcoatl Scout
¿Que haces a tus 70´s?
Tus pies sobre Sherkan
Siguen caminando,
No quieres detenerte,
No importa que los caminos
Te lleven a una cañada
Por un rio tumultuoso,
Esquivando rocas que cortan tu piel.
Tus ojos con ansia voltean hacia el cielo
Y alcanzan a ver
Una montaña muy alta,
Y te cuesta el corazón
Salir de la cañada
Y hacer que tus pies
No se detengan
Para subir al cielo
De esa montaña.
Llevando tu banderín
Te alejas de los que no te siguen
De los que tienen miedo y apatía
Y se quedan abajo
Mirando indiferentes
Al espíritu indómito
De Quetzalcoatl.
Se quedan abajo
Con sus cuerpos juntos
Los que no tienen
Sus pies en marcha
Ni su corazón latiente
Ni tienen un banderín como el tuyo
Que dice XXXIII Quetzalcoatl
Pero el tiempo pasa
Y tus pies siguen subiendo,
Tu banderín al hombro
Ondea con la brisa del viento
Y empieza a llamar la atención
De los que se quedaron,
Y cuando llegas arriba
¡y levantas en el cielo el banderín!
La emocion estalla en los que
Te alcanzan a ver desde abajo
Y es esplendoroso lo que sucede:
Alzan su brazos
Gritan aleluya
Y al bajar sus brazos
Los descansan en los hombros
De los que ahí juntos se quedaron
¡se forma un abrazo
Con todos los brazos!
Se amarran su botas
Y pisando también
La piel de Sherkan
Suben con sus pasos
Hasta poder alcanzar
La gloria de tu banderín
La gloria de nuestro Grupo Scout
 XXXIII Quetzalcoatl!
Enrique Fregoso. 7 de marzo de 2020

Para cambiar al mundo
He tenido unos pocos amigos,
Que son camaradas,
Que juntos nos sentimos,
Los que vamos a cambiar al mundo,
Que aunque seamos pocos, nos sentimos muchos,
Sobre la conciencia dormida de la humanidad.
¿Cómo es posible que con esta madre,
Con estos ángeles y camaradas ,
No haya podido en todo este tiempo,
Encontrar la respuesta?
¿Cómo es posible agobiarse
Si la luz del adviento la tengo en mis manos?
Hoy en esta Navidad distinta,
Con la misma magia del olor a pino,
Con la cálida luz de estas cuatro velas,
Con nosotros cuatro,
Y los seres que nos hacen falta,
La paz finalmente se me reaparece .
Bienvenida sea la paz de mi conciencia,
Bienvenido el corazón,
La razón,
Y el espíritu,
Mezclados como un fuego tibio,
Que me mantendrán vivo,
Que me mantendrán siempre.
diciembre de 1996

Pandemia
No escucho sus voces,
Sus ojos los veo pasar sin mirarme,
Con su boca tapada
Y si me acerco a preguntarle
A esa señora, adonde va?
Me dice voy a enterrar los restos de mi hijo
Que murió por ese virus.
Que tristeza señora!
Que salgan de las entrañas de la tierra
Las ansias por que todos nos muramos.
Y que va a hacer después señora,
A consolarse?
No, voy a buscar si puedo comer un poco de pan
La tristeza ya no es mía sino de todos ,
Usted señor, no esta triste?
Le contesto, no señora, estoy desesperado
La angustia me entristece, si, pero
No se hacia donde caminar donde no encuentre
Tantos que se mueren,
Siento que se mueren todos
Y se muere también,
la vida de nuestro planeta.
Sigo caminando y prefiero salir de la ciudad.
Llegar al campo para tratar de encontrarme
Con un intento de vida de la especie humana.
Cruzo por los pueblos que respiran sangre
Y mas allá puedo ver al final del bosque
Que se esta secando,
A otra señora con su botella de barro con atole
A donde va señora?
A cambiar mi atole por tortillas
Usamos el trueque, no tenemos dinero,
Que bueno! Sin dinero y con atole y con tortillas!
Es la vida en las manos de los que saben hacer
Atole y tortillas
Aquí no tienen miedo del virus que nos mata?
No! Solo cuando usted llega le pedimos
Que se quede lejitos y se tape su boca
Para que no nos traiga ese virus que nos cuentan
Que se adueña de sus vidas y de sus muertes.
Llévese un poco de atole y unas tortillas
Se las pongo en el piso
Y si se sabe despedir dígame adiós
Se lo suplico.
Me voy caminando
sin que pueda dejar de gritar
en mis entrañas.
Humanidad, que hacemos!
Sabernos morir sin saber
Para qué hemos vivido?
Qué sentido tiene este pequeño
Pedazo de vida?
Los que quiero y que están
Vivos todavía
Díganme por favor aunque sea de lejos
Es cierto que la distancia nos separa
Y el corazón nos une?
Que triste esta mi corazón,
 Por no poder abrazarlos.
Enrique, julio de 2020


HUMANIDAD TE VISTES DE PANDEMIA
¿Por qué te vistes de pandemia?
¿no había otro vestido en tu ropero?
Tiene colores vistosos
Pero tu rostro esta muy triste
Dime porqué, no me escuchas?
¡Si te escucho!, pero sus colores
Están plagados de tristeza,
Lleva como ves, un rojo,
Pero es de sangre derramada
Y lleva también un amarillo
Pero es del hambre de mi pueblo
Y el azul que lleva
Es tan pálido
Porque es de una esperanza muy lejana.
Humanidad ¡cámbiate el vestido!
Para que tu corazón se anime
¿Porqué te lo quieres llevar puesto?
¡Búscate otra ropa mas alegre!
No tengo tiempo, debo llevar a mi abuelo
A que descanse porque murió ,
Hace apenas un momento,
Y después debo buscar unos tlacoyos
Escondidos
O preguntar a mi comadre,
Si le sobra alguno,
Por eso me dejo este vestido
Para que me vean por fuera
Lo que adentro tengo
De tristeza,
De hambre,
Y de muy poca esperanza.
¡No te quedes así vestida Humanidad!
Yo te ayudo
A cambiarte ese vestido,
Puedes ponerte uno blanco
Que nos diga,
Que tu corazón es puro
Porque al final de este camino
Tu pureza es un ardor
Que mantendrá iluminados
Los pasos de tus días.

La crisálida se hizo mariposa.
Antes de que mi madre muriera
Estaba recostada.
Con su cuerpo lastimado,
Sabia del poco tiempo,
Que le quedaba en esta vida.
Pero mi fe temblorosa
Por una vida después de esta vida,
No me daba ninguna palabra
Para animarla.
Pero de pronto,
A través de la ventana,
Que daba a su jardín,
Vi una mariposa,
Chiquita de color blanquesino,
Y por fin sentí la respuesta que darle
A mi madre,
Que con sus ojos sonrientes de esperanza,
Me miraba.
Le dije que las orugas caminaban despacio
Hasta el final de sus días,
Y que de pronto
Cuando parecían morir,
Una mariposa surgía de sus entrañas
Y de inmediato volaba libre,
Sin que el tiempo ni el espacio la limitaran.
¡¡Te convertirás en una mariposa!!
Y mi madre esplendorosa,
Me lo creyó instantáneamente.
Y ahora después de que voló
Y que vivimos en su casa,
En su jardín veo cruzar siempre
Una crisálida, convertida en mariposa,
Que salta de rama en rama
Rosando sus alas con las flores.
¡¡Que bonita mariposa!!
Siento mi corazón alegre
Y convertida mi esperanza
En mi certeza
De poder volar
Después de esta vida.
Su hijo Enrique enero 2021


50 AÑOS ESTAS FLORES
Estas Flores
Las tenía escondidas
Por largo tiempo
Hace 50 años,
Las tenía en mis manos
Pero no te las di.
Preferí sembrarlas
En mi corazón entusiasmado,
Para algún día después,
Ponerlas en tus manos.
¿Sabrás lo que es mi corazón
Con estas flores?
Si te las doy,
Mi pobre corazón
Se quedará sin ellas
Por eso quisiera pedirte ahora
Que han pasado 50 años,
¿Si te las doy, me devuelves
Aunque sea una flor?
Con una flor tiene mi corazón
Para seguir gozando,
Con un sola flor en mi corazón,
Me sentiré conforme,
Porque habrá sido acariciada
Por tus manos.
¡Oh Lupita!
Quisiera que te arrulles.
Con este juego de las flores,
En tu corazón las flores que te di,
En mi corazón,
Una sola flor acariciada,
Con la dulzura de tus manos.
Por eso hoy,
Después de 50 años
Tomando de la mano
Nuestros corazones,
Seamos mas felices,
Porque tenemos flores,
Mi flor y tus flores
En dos corazones
Que si cerquita los vemos,
Así nos dirán cuando los vean
¡Es un solo corazón de flores!,
¡Con el amor,
De estos dos jóvenes
De la vida!

14 de Mayo de 2020
Enrique a Lupita: toma este poema
de aquel que estará junto a ti
para siempre.